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Principios del escape de vapor

Escape de vapor

Un tema de importancia para la limpieza de plantas es el escape del vapor que se libera durante el proceso de extrusión.  A medida que se procesan los materiales en la extrusora, la caída repentina de la presión atmosférica genera una humedad interna en el material que se liberará.  Esto se puede ver en la gran pluma de vapor blanco que se libera durante el proceso.  Es importante manejar adecuadamente este vapor dado que contiene pequeñas partículas de aceite.  Con el tiempo, esto puede acumularse en las paredes y en diferentes superficies generando problemas estéticos y de limpieza.  Para diseñar un sistema adecuado para el manejo del vapor, se deben tener en cuenta ciertos principios básicos.

Capturar el vapor

Mientras mejor sea la captura del vapor, mejor será su manejo.  Esto podría lograrse simplemente con un capó o campana grande, pero ello dependerá del área del trabajo y del ambiente.  El punto de captura debe estar lo más cerca posible de la fuente.  Mientras más lejos esté de la fuente, menos efectivo será el método de captura.  En cuanto al flujo de aire, la cantidad de aire requerida para capturar el vapor aumentará con el cuadrado de la distancia.  Esto significa que, si se duplica la distancia a la fuente, necesitará cuadruplicar el flujo de aire para capturar el vapor.  Esto implica un equilibrio, dado que la campana no debe interferir con el flujo de aire, por lo que esto debe tomarse en cuenta en el diseño y colocación de la campana.

Acelerar el vapor

Una vez que se captura el vapor, este debe alejarse de la fuente.  El volumen del aire determinará el tamaño de los conductos.  En un conducto, el volumen del aire dividido por el área transversal del conducto determinará la tasa de flujo.  Para vapores que contengan partículas de materia, se recomienda un rango de 3500 a 4500 pies por minuto.  Esto es para que las partículas que se transportan en el conducto queden suspendidas y se desplacen a una velocidad suficiente para no quedar adheridas a la superficie interna.  Las velocidades bajas hacen que el material se adhiera a las superficies internas y, con el tiempo, se produzcan la condensación y los problemas de limpieza.

Evacuar el vapor

Una vez que se captura y se desplaza el vapor, este puede liberarse en una ubicación deseada.  En general, esto se hace fuera del edificio.  Por lo general, esto suele ser suficiente, pero aquí se deben considerar las regulaciones ambientales existentes que podrían implicar la necesidad de tomar otras medidas para el manejo del vapor.  En este caso, se pueden usar filtros coalescentes para separar el aceite del agua.  Para lograr un escape bien limpio, se puede usar un colector de humedad para combinar el vapor con un pequeño rocío de agua.  Así se logran capturar las partícula que luego se descargan en un flujo de agua residual o efluente.

Diseñar el sistema

Este es solo un pequeño ejemplo de los elementos a tener en cuenta al diseñar un sistema de escape de vapor.  Se deben considerar muchas cosas a la hora de capturar y manejar el vapor, y esto puede involucrar un gran número de cálculos para realmente optimizar el diseño.  Comprender los principios es un buen primer paso para diseñar un sistema efectivo.

Comuníquese con nuestro equipo de ingeniería si tiene alguna pregunta relativa al escape de vapor o al diseño de un sistema adecuado para sus instalaciones.

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